9 de JUNIO 55 AÑOS DEL MOVIMIENTO GUERRILLERO

Ricardo Gadea Acosta (*)

“Nuestra patria vive una profunda crisis de fe.

Es la consecuencia del hundimiento de un sistema.

Es indispensable que los revolucionarios  sepamos 

infundir la nueva fe en la revolución mundial,

 la fe en el socialismo…”

Luis de la Puente Uceda

  Hace 55 años los guerrilleros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), encabezados por Luis de la Puente y Guillermo Lobatón, se alzaron en armas  tomando la mina “Santa Rosa” y, en los siguientes días, varias haciendas de la zona central del país, dando inicio a un movimiento guerrillero que se desarrolló en varios frentes y conmovió profundamente al país.

Los guerrilleros del 65 se alzaron para enfrentar un sistema económico, social y político corrupto, que condenaba al hambre y la miseria a la mayoría de los peruanos y peruanas. Un sistema cuyo núcleo de poder era el contubernio de la oligarquía agrario exportadora con los terratenientes tradicionales y el imperialismo yanqui. El gobierno de Belaúnde demostró ser incapaz de llevar a la práctica las tibias reformas que había enarbolado durante su campaña electoral, optando por la superconvivencia en el congreso con los representantes oligárquicos.

El MIR y los hombres y mujeres del 65 asumieron entonces la tarea histórica de convocar a todo nuestro pueblo para realizar juntos una auténtica revolución nacional, agraria, antiimperialista, democrática y socialista.  Una revolución para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo, como lo postuló el Amauta.

  La insurgencia guerrillera del 65 fue posible porque nuestro país vivía una profunda crisis del sistema oligárquico y terrateniente. Crecían las luchas campesinas por la tierra y contra las infames condiciones de explotación imperantes en el agro. En la coyuntura internacional la Revolución Cubana y Vietnam demostraban al mundo que el pueblo organizado podía vencer a los ejércitos tradicionales y derrotar las intervenciones yanquis,  abriendo paso a la construcción socialista.  

Pese a la justeza del programa revolucionario, las fuerzas reaccionarias lograron vencer tras medio año de enfrentamientos. Los principales comandantes guerrilleros cayeron en combate. Más de un centenar de cuadros del MIR y del ELN dieron sus vidas por la revolución. Centenares de hombres y mujeres de nuestro pueblo fueron asesinados, torturados, perseguidos o encarcelados, en Cusco, Junín, Ayacucho, Piura, Cajamarca, Lima, Arequipa, Loreto, Puno. Miles de  civiles fueron víctimas de la represión, sobre todo en poblaciones andinas y ashaninkas.

A todos los que hicieron posible esta extraordinaria gesta los recordamos ahora con profunda emoción por su consecuencia y lealtad a los intereses históricos del pueblo peruano y latinoamericano. 

Que el movimiento guerrillero fue justo y necesario lo demostraron los propios militares que reprimieron a las guerrillas, tres años más tarde, cuando en 1968 las fuerzas armadas derrocaron al gobierno belaundista por el escándalo de corrupción de la página 11. El gobierno militar cerró el congreso, ejecutó la reforma agraria, nacionalizó  la IPC y recuperó la fundición y las refinerías de Cerro de Pasco. Los militares asumieron parcialmente el programa del movimiento guerrillero, aunque en este caso con el declarado propósito de frenar el estallido revolucionario. 

 A 55 años de estos hechos históricos, a la luz de la experiencia de las últimas décadas, podemos afirmar que el movimiento guerrillero del 65 nos dejó lecciones fundamentales. La principal es la necesidad de una revolución que recupere para el pueblo la capacidad de dirigir sus destinos y que construya las bases de una economía al servicio de todos los peruanos y peruanas, y no solo de una minoría privilegiada. 

Luis de la Puente, Guillermo Lobatón y los guerrilleros y guerrilleras del 65 siguen siendo los abanderados de esa revolución de verdad, que levante al país de su postración actual.  Solo así será posible un Perú democrático, sin explotados ni explotadores, con desarrollo sustentable y equidad de género, que garantice los derechos de todos y todas sin discriminación alguna. 

¡LUIS DE LA PUENTE Y GUILLERMO LOBATÓN,

CON SU EJEMPLO  ¡¡VENCEREMOS!!

¡LOS HÉROES DEL PUEBLO NUNCA MUEREN,

VIVEN EN EL CORAZÓN DE LAS MASAS!

9, Junio, 2020

(*) De la Dirección del MIR Histórico