Nacional: Lucho y David candidatos de lo popular: la revolución socialista el horizonte a construir | Revista Maya Nro 51

El golpe de Estado en Bolivia de octubre-noviembre 2019 mostró los límites de las apuestas liberales, reformistas y conciliadoras. La mayor confianza para tomar los rumbos a seguir debía estar en las masas movilizadas, es decir, en las organizaciones y movimientos sociales y su capacidad creadora, en la cosmovisión andino-amazónica y su sentido plena y radicalmente contrapuesto al capitalismo y en el sujeto político que permitió avanzar hacia posibilidades infinitas de revolución: el sujeto indígena-originario-campesino, obrero y popular.

También, rehuir a la lucha de clases como marco de comprensión y de acción, ha permitido que burgueses y terratenientes conservadores se impongan mientras que se esperaba que las dádivas a la “clase media” y al empresariado privado fueran a frenar siglos de odio racial e intereses económicos. Así, dejar de lado a un sujeto histórico o permitir que se atrofiara en su subsunción al Estado, resultó en la incapacidad de movilización de las organizaciones y movimientos sociales frente a la reacción de hordas derechistas.

La “clase media” como proyecto y como sujeto político es un artilugio de los organismos económicos internacionales para implantar los designios del imperialismo yanqui, haciendo colaboradores a quienes en la sociedad compran y consumen el discurso de sentirse “clase media” en desmedro de un proyecto político popular y revolucionario. Necesitamos superar esta terrible y contrarevolucionaria patraña.

Con el golpismo (re) aprendimos que la base conservadora es el racismo y el servilismo pleno, en este caso, al imperialismo norteamericano, que apuesta a una nueva toma de control de América Latina y el expropiar nuestros recursos naturales como el litio. No hay otro interés para este bloque golpista que no sea el suyo propio, para lo cual no ha vacilado en masacrar y ahora ejercer la violación sistemática de DD.HH. como instrumento para acallar al pueblo. Estas condiciones adversas, antidemocráticas con persecución política y encarcelamiento, no son propicias para el desarrollo político y de conciencia para lo popular.

Estas elecciones son un instrumento y no un fin, deben permitir reconstruir un proyecto, un horizonte común, más profundo y más revolucionario hacia vencer a los enemigos del pueblo, al conservadurismo neoliberal, pero también a sus aliados timoratos.

Conocemos de los afanes prorroguitas y violentos del actual régimen corrupto e ineficiente a la cabeza de Áñez, por lo que la defensa a toda costa de las elecciones es la tarea urgente. Debemos aunar todos nuestros esfuerzos para que este 6 de septiembre 2020 se lleven adelante elecciones limpias y transparentes y podamos vencer de forma contundente al conservadurismo neoliberal.

No existe duda, los candidatos de lo popular, y a los que convocamos a todos los sectores a apoyar, son los compañeros: Lucho Arce y David Choquehuanca.

MG

Descarga Revista Maya Nro 51 AQUÍ