GOLPES DE ESTADO EN BOLIVIA | XXIII: Con el amigo Gustavo | por Froilán González y Adys Cupull
El mismo guion para todos los tiempos.
Tal como estaba
acordado nos reunimos con el amigo de Gustavo Sánchez quien expresó que, desde
el comienzo de Evo Morales como líder de los cocaleros, los norteamericanos le
habían aplicado un sistemático estudio y seguimiento, intensificado ante la
posibilidad de que llegara al poder, primero como diputado, luego como
candidato a la presidencia y especialmente cuando ganó las elecciones.
Afirmó que cuando se
haga un libro sobre las mentiras, calumnias y difamaciones que divulga la
Embajada norteamericana y la CIA contra Evo Morales asombraría a muchos por la
cantidad de páginas y expresó:
“Se ha tejido una telenovela, con
declaraciones de agentes, ex agentes, oficiales o autoridades comprometidas con
la CIA o los norteamericanos, algunos comprados, otros resentidos, amenazados,
con diferentes chantajes y otros obligados a acogerse a la condición de
testigos protegidos y hacer declaraciones de esas mentiras, para darle validez
y credibilidad.
“La injerencia de la CIA en Bolivia siempre ha
sido intensa, pero desde que comenzaron a organizar a las ONG como una
dependencia de esta, y la llegada de Evo Morales al poder, se extendió con
mucha fuerza, con el propósito de derrotarlo.”
Cada vez que
visitábamos Bolivia lo saludábamos telefónicamente y el 8 de abril del 2018 nos
reunimos y le propusimos entrevistarlo para un serial televisivo sobre la
injerencia de la CIA y la embajada de Estados Unidos en Bolivia, pero
amablemente declinó la invitación indicando no quería afectar a su familia,
porque sus hijos y nietos vivían en Estados Unidos y tenía que velar por su
seguridad y tranquilidad, pero podía ofrecernos, algunas informaciones de
interés.
Al día siguiente nos
reunimos nuevamente, entregó varios libros, revistas, recortes de periódicos,
apuntes personales, notas, una colección de artículos y nos presentó a una
persona, que dijo llamarse Jesús Carrera, periodista, analista político, y
abogado, que sirvió a la CIA en asuntos jurídicos.
Carrera aceptó hablar
sin filmación, se refirieron a la convocatoria del referendo para que Evo
Morales y Álvaro García Linera pudieran candidatear para un nuevo mandato y que
la campaña por el NO fue agresiva y llena de mentiras, calumnias, vulgaridades
y hasta ofensas al honor y la dignidad personal, que lamentablemente fueron
creídas en determinados sectores de la población.
Señalaron que la
Embajada de Estados Unidos y la CIA, tenía previsto, en caso de ganar el SI,
denunciar un gigantesco fraude a través de Luis Almagro, Secretario General de
la OEA, previamente coordinado por el Departamento de Estado de Estados Unidos,
donde se denunciaría que, en barrios densamente poblados de Cochabamba, Santa
Cruz, Beni y Tarija, aparecieron centenares de urnas, con boletas falsas del
NO, eliminadas por la comisión electoral cómplice del Gobierno.
También prepararon a
falsos testigos, previamente pagados, que formularían las correspondientes
denuncias y otros que declararían recibir dinero y falsas promesas, para votar
por el SI.
Manifestaron que en la
Embajada norteamericana tenían un expediente sucio, para acusar a Evo Morales,
junto a sus colaboradores más cercanos, de narcotraficantes, matriz de opinión,
que han ido construyendo y preparaban un Golpe suave y si fallaba, aplicar la
violencia, a través de grupos marginales, delincuentes, drogadictos,
traficantes y mal vivientes de La Paz y Santa Cruz.
Tenían proyectadas
mentiras y calumnias que implicaran al presidente, vicepresidente y sus más
cercanos colaboradores, sobre hechos falsos de faldas, inmoralidades, presunto
tráfico de influencias, robos, corrupciones, estafas, contrabandos, fraudes,
para desmoralizar y desmovilizar a los seguidores del gobierno.
Expresaron que contaban
con analistas políticos, económicos, académicos, escritores, artistas,
investigadores, periodistas y comentaristas televisivos, para atacar al
Gobierno y centrar sus críticas en el fraude por el SI, y acusarlos de ocultar
errores, unos reales y otros inventados o dimensionados y le daban especial importancia a los llamados
ideólogos del socialismo del siglo XXI, enmascarados como socialistas,
revolucionarios, izquierdistas, pero en realidad al servicio de la CIA y del imperialismo norteamericano, o son sus
agentes.
Manifestaron que la
Embajada norteamericana, contaba con un fichero, con nombres de artistas,
intelectuales, políticos, académicos, con afinidades políticas o ideológicas y
algunos que pudieran comprar, sobornar o chantajear, para firmar un llamamiento
de condena al presidente y al vicepresidente por el fraude del SI y evitar el
reconocimiento internacional y además sirviera a Luis Almagro para legitimar la
convocatoria a una reunión extraordinaria de la OEA, para no reconocer el
resultado del referendo y en la Embajada norteamericana, algunos funcionarios
estaban dedicados exclusivamente a utilizar
a periodistas para difamar al Gobierno.
También expresaron que
la CIA contaba con agentes para hacer labores de seguimiento a figuras
políticas, militares, funcionarios de gobierno, policía y dirigentes de
movimientos sociales, que deseaban denigrar y criminalizar.
Afirmaron que la CIA
llevaba varios años comprando o comprometiendo a algunos dirigentes mineros,
sociales, cocaleros, cooperativistas, fabriles y otros, para fomentar
contradicciones, entre cocaleros de los Yungas y del Chapare, provocar
enfrentamientos, que originara muertos y heridos, bloquear caminos y carreteras
para protestar por el SI y culpar al gobierno de Evo de esos muertos o heridos.
Refirieron que la CIA
contaban con grupos de calle, para si ganaba el SI, protestar y en medio de la
confusión, disparar, culpar al gobierno y acudir a la OEA, a través de Luis
Almagro, que estaba chantajeado por la CIA, por un pasado turbio, corrupto,
asqueroso y lleno de traiciones y deslealtades, para convocar una reunión
extraordinaria de la OEA y descalificar el SI, acusar al Gobierno de masacres;
pero como ganó el NO, todo el plan MADE IN USA se vino abajo.”
El amigo de Gustavo
Sánchez y Jesús Carrera, manifestaron, que el plan contaba con el apoyo de
algunos de los dirigentes de los partidos de oposición, lacayos, sin capacidad
de hacer nada sin apoyo, asesoramiento y financiamiento de Estados Unidos y
destacaron entre ellos a Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina y Carlos Sánchez
Berazaín a los que catalogaron como engendros de Estados Unidos.
Indicaron que una línea
de trabajo de la CIA, era intrigar y calumniar entre grupos de revolucionarios,
para alejarlos del gobierno y activar a los movimientos separatistas, cuyas
acciones más fuertes, se llevaron a cabo en 2008 y 2009, razones por las
cuales, el gobierno puso al descubierto la participación activa del Embajador
norteamericano Philip Golberg en esos planes y lo expulsó del país, lo declaró
persona no grata, al calificarlo de experto en alentar conflictos separatistas
y acusarlo de conspirar con la oposición boliviana contra su Gobierno.
“Antes de que Trump lo designara embajador en
Bolivia, estuvo en la oficina del Departamento de Estado para Bosnia, durante
la guerra de los Balcanes y jefe de misión en Kosovo dirigiendo la división de
esos países. Según conocemos después fue subsecretario de Estado adjunto para
Inteligencia e investigación.”
Manifestaron que, los
norteamericanos contaban con periodistas dedicados a montar campañas en la
prensa y mencionaron algunos nombres y órganos de prensa de esos asalariados de
la CIA, en Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Colombia, Chile y España.
Entregaron varios documentos de análisis, entre ellos un artículo sobre la DEA,
de un autor de apellido Nikandrov, que expresa:
¨…Durante muchos años
Bolivia estuvo dependiendo por completo de Estados Unidos, políticamente,
financieramente y económicamente. La estación local de la CIA tenía una oficina
permanente en el Palacio Presidencial, el agregado militar norteamericano
controlaba al Ejército y la misión del FMI emitía órdenes al Ministerio de
Economía. La Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) operaba sin el menor
control utilizando sus poderes para comprometer a cualquier político
inconveniente, sindicalista o líder de organizaciones indígenas.
¨Parecía como que no
había ninguna manera de que los bolivianos pudieran liberase de este dominio.
Sin embargo, Evo Morales y un grupo de personas afines a su lado lograron
restablecer la independencia y la soberanía del país…”
“La incondicional dominación norteamericana
llegó a su fin con la nacionalización de sus yacimientos de petróleo y gas, con
la aprobación de una nueva constitución, con la incorporación de la población
originaria a la vida política y económica y el ingreso del país al movimiento por
la unificación de Latinoamérica. ¨
Esas opiniones y
consideraciones fueron transmitidas a las autoridades competentes del gobierno
de Evo Morales, pero ante los últimos acontecimientos y el Golpe de Estado de
noviembre del 2019, vamos a publicar casi íntegra la entrevista del abogado
Jesús Carrera, aunque hay que tomarlo como punto de partida para nuevas
investigaciones, pero en todo caso reflejan las opiniones personales de
Carrera, vinculado a la Embajada Norteamericana en La Paz, la DEA y la CIA.
Continuará.
Por Froilán González y Adys Cupull
Comentarios
Publicar un comentario